Las regulaciones de la KSA buscan proteger al consumidor
El agente regulador del juego en los Países Bajos confirmó que durante el Gran Premio de Zandvoort 2025 no se permitirá ningún tipo de publicidad relacionada con apuestas que no cuenten con una licencia vigente en el país.
La medida se aplicará los días 29, 30 y 31 de agosto de 2025 y prohíbe expresamente cualquier tipo de exhibición de marcas de juego de azar en monoplazas, uniformes, estructuras de paddock o elementos visuales que sean captados por la transmisión oficial del evento.
Esta prohibición pone el foco en operadores sin licencia neerlandesa, pero la KSA también mantiene una política nacional más amplia que restringe la publicidad de juegos de azar en medios de comunicación masivos, aun cuando el operador esté regulado.
Aunque puede parecer una medida muy estricta, esta doble línea de control responde a los esfuerzos del Gobierno por limitar la exposición del público general al juego online, especialmente en eventos deportivos tan significativos como la Fórmula 1 (F1).
Y es algo que han intentado mantener en el tiempo. Desde julio de 2023, los Países Bajos aplican una prohibición generalizada de publicidad de juegos de azar dirigida al público masivo, incluyendo el patrocinio deportivo. Esta medida forma parte de una política más amplia para reducir los riesgos de ludopatía y reforzar la seguridad del jugador.
Estos son los equipos de Fórmula 1 directamente afectados
La decisión de la KSA impacta especialmente a varios equipos de la F1 con patrocinios vinculados al sector del juego.
Por ejemplo, el casino virtual Stake es conocido por ser el patrocinador de marcas importantes en el mundo del deporte, como es el caso del Everton Football Club, pero más relevante aún es que cuenta con su propio equipo en la Fórmula 1: Stake F1 Team (Sauber), el cual en el 2024 tuvo que competir bajo una identidad neutral en Zandvoort para cumplir con las regulaciones locales.
Otro equipo afectado es el Red Bull Racing, escudería neerlandesa, que mantiene un acuerdo de patrocinio activo con PokerStars, una marca con alta visibilidad en su indumentaria y autos.
También están McLaren, asociado con Allwyn, y Williams, que muestra los logos de la plataforma Betway y Jackpot City Casino. Ambos deberán retirar toda mención a estas marcas durante el evento.
Una tendencia que podría extenderse a otros países
El regulador holandés está siguiendo una tendencia clara en Europa: la desvinculación progresiva entre el deporte profesional y el marketing de operadores de juego. Esta corriente se ha acelerado en los últimos años, impulsada por la preocupación por la exposición de audiencias más susceptibles al contenido de apuestas.
España ha sido un iniciador de esta regulación publicitaria. Desde el año 2021 está vigente el Real Decreto de Comunicaciones Comerciales de las Actividades de Juego, que prohíbe casi todas las formas de patrocinio deportivo por parte de casas de apuestas. Equipos de LaLiga como Sevilla, Valencia o Alavés tuvieron que eliminar los logos de operadores como MarathonBet o Betway de sus camisetas.
Por otra parte, en Italia, la llamada “Decreto Dignità” de 2018 también vetó cualquier tipo de publicidad o patrocinio relacionado con el juego, incluyendo camisetas, estadios y anuncios en televisión.
Y en el caso del Reino Unido, si bien la legislación aún permite ciertos patrocinios, la presión social ha sido tan fuerte que la Premier League anunció en 2023 que los clubes dejarán de mostrar logos de apuestas en la parte frontal de las camisetas a partir de la temporada 2026-2027. La medida fue adoptada de forma voluntaria por los clubes, en coordinación con el gobierno británico, como parte de una revisión más amplia del marco legal de juego en el país.
Este enfoque europeo se basa en el principio de protección del consumidor y responsabilidad social corporativa. Los gobiernos se han visto motivados por la creciente evidencia sobre los efectos del marketing de apuestas en jóvenes y apostadores problemáticos.
Se espera que esta política tenga repercusiones globales, especialmente en eventos internacionales donde los equipos deben adaptar su imagen a normativas locales cada vez más estrictas.
